martes, 26 de agosto de 2014

SOBRE BIOLOGÍA: LA ADAPTACIÓN COMO ESTADO

DABOECIA. SU ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
SE EXTIENDE POR LOS MONTES
CANTÁBRICOS
Podemos confundirnos al utilizar este concepto, pues es posible  hablar de “adaptación” aplicándolo a un estado, a una estructura o a un proceso. Su utilización en los tres casos es correcta. Quiero ahora hablar de la adaptación como estado, referida a individuos.

jueves, 21 de agosto de 2014

SOBRE BIOLOGÍA: LOS ADAPTADOS DE DARWIN

EL ORIGEN DE  LAS
ESPECIES. VERSIÓN
GALLEGA
Me encuentro de nuevo con el sonsonete aquel de “la supervivencia del más fuerte” atribuido a Darwin. No creo que quienes eso dicen, sean conscientes de estar propagando una falsedad teñida de propaganda, tal vez, ideológica. Es posible, incluso, que crean que esta frase resume la teoría de la evolución.

sábado, 16 de agosto de 2014

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. AL PIE DEL BOTAFUMEIRO

Ya en el Códice Calixtino se habla del botafumeiro. Entonces, se utilizaba fundamentalmente para disimular los malos olores que se generaban con tanto peregrino que, incluso, llegaban a dormir en el
ME GUSTA VERLO DESDE ESTE SITIO
triforio. Hoy, su utilización se mantiene aunque con motivos diferentes y, actualmente, es un rito más de la recepción de peregrinos, que muchos toman como reclamo turístico. (Algunos lo copian en iglesias no muy lejanas).

viernes, 8 de agosto de 2014

POR EL CAMINO DE SANTIAGO: COLEGIATA DEL SAR, LA ALTIVA REDIMIDA

Visitar la Colegiata del Sar, en las afueras de Santiago de
UN TEJADO EN VEZ DE TRES
Compostela, me produce una cierta desazón. No encuentro en su interior la serenidad y el sosiego que cabe esperar (es mi opinión) en un templo románico del sigo XII. Otros lugares de la misma época definen un espacio acogedor e íntimo. En éste no es el caso, y no sé la causa.

sábado, 2 de agosto de 2014

PROYECTO PARA UN AGOSTO SOSEGADO

Cada edad tiene sus modos de viajar, y de ese modo lo he vivido. Recuerdo mis viajes de veinte años, un correr como atolondrado intentando ver todo, no dejar nada sin fotografiar. Subir, bajar, ajetreo sin fin, terminar cansado y, la verdad, no recordando bien si las estatuas ecuestres estaban en la fachada de la catedral de Chartes o en la de Estrasburgo. Lo mismo me ocurría con museos, paseos, calles. Pero lo veía todo, eso sí. Un verdadero triunfo de este modo consideraba mi viaje. Luego, ya en casa, me recreaba contemplando las diapositivas de los lugares en los que había estado.