EL RECLAMO A LA FIESTA: CEREZOS EN FLOR |
Quiero
comentar una situación que me parece de profundo significado cultural, y que
ocurre en un país que tenemos por muy avanzado tecnológicamente.
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Tal vez
muchos crean que este desarrollo ha sido posible, entre otras cosas, por haber
sabido romper con unas tradiciones que, pueden pensar esos muchos, no eran más
que un lastre en su desarrollo como país.
LOS GRUPOS COMEN EN CUALQUIER CIUDAD |
Puede que
las cosas sean diferentes. Desde hace siglos, al inicio de la primavera,
también los cerezos florecen en Japón y siempre fue tradición comer un día bajo
los árboles floridos. Esa tradición se ha mantenido hasta hoy, incluso en las
grandes ciudades. Bajo los cerezos en flor, las personas sentadas sobre mantas
dispuestas en el suelo, realizan su comida tranquilamente tal vez sin saber que
cumplen con una tradición antigua.
Al igual
que ocurre en nuestro lucense San Froilán y el pulpo (son varios los días en se
va a comerlo: con la familia, con amigos, con compañeros de trabajo, etc.), en
Japón también en pocos días sus habitantes van varias veces a realizar su ritual
con los diferentes grupos con los que comparten actividades. Tal vez no sea
casual que los núcleos de población dispongan de amplios terrenos plantados de
cerezos donde se pueden poner en práctica esas costumbres.
No
obstante, conviene reservarse sitio en esos parques. Cuando son grupos
familiares los que van a comer, los encargados de tal tarea son los
adolescentes de la familia. Cuando son grupos de trabajo los que comerán, los
más recientemente incorporados a la empresa son los encargados de escoger, y
reservar, el sitio. Todo está determinado o ritualizado.
OTRA IMAGEN DE LA CELEBRACIÓN |
Aunque nos
cueste creerlo, en esos días de floración de cerezos, incluso las diversas
cadenas de televisión van indicando las zonas por las que se irá dando la
floración en los días siguientes, con el fin de que los diferentes grupos vayan
programando sus salidas a los parques y así poder realizar sus tradicionales
comidas campestres.
De nuevo,
la Naturaleza marca sus ritmos biológicos y los humanos, obedientes a sus citas
ancestrales, responden con sus costumbres aquilatadas por el tiempo. Obedecer a
estos reclamos no creo que esté reñido con la cultura de un pueblo. Más bien
forma parte de la misma, creo yo.
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EN TV, LOS MAPAS METEOROLÓGICOS INFORMAN DEL AVANCE DE LA FLORACIÓN |
Opiniones
que no comparto.
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