SE AUTOFECUNDAN |
Conviene que veamos la Naturaleza como algo
muy complejo, de la que se nos escapan múltiples variables. Aún así, la ciencia
intenta explicar sus procesos, a sabiendas que serán mejor interpretados según
vayamos conociendo más entresijos que influyen en su dinámica.
Hay quien piensa que la vida en la Naturaleza viene a ser
algo así como un vodevil de sainete. Para esos, mi artículo anterior sobre
tamaños de población, con sus dudas acerca de los tamaños eficaces, se resuelve
al momento. Según ellos, el tamaño eficaz ideal, sin necesidad de aplicar
fórmula ninguna, es el formado por un macho y múltiples hembras. Al fin y al
cabo, esa estructura se llama harén cuando se aplica a mamíferos, gallinero, en
caso de gallinas y otras aves, y en vegetales no sé si existe algún nombre
específico, pero es la técnica empleada cuando se trata de explotar los
productos de plantas dioicas, como el kiwi, en cuyas plantaciones se coloca una
planta masculina en posición central, rodeada de varias plantas femeninas. En todos estos
casos, el individuo masculino fecundará a las múltiples hembras y la producción
estará asegurada.
AUTOESTÉRILES |
¿Son capaces de perpetuarse los harenes
o los gallineros, sin ayuda tecnológica humana? Yo diría que puede ocurrir,
pero creo que no, y me explico. Hablemos de pequeños tamaños, por ejemplo, 30
individuos y ninguno más debido a múltiples razones que no vamos a especificar,
por ejemplo, límites de espacio o de recursos. Si la generación inicial la
formamos con 29 hembras y un macho, los 30 individuos descendientes que lleguen al estado adulto, posiblemente se distribuirán en una proporción de mitad hembras y mitad machos,
pero todos serán medio hermanos, pues son hijos del mismo padre. Esto vale
también para los kiwis de antes. Con ese pequeño tamaño de población y el grado
de parentesco de los componentes, la población tiene malas perspectivas de
supervivencia a largo plazo.
RAZA PURA |
¿Es malo ese parentesco entre los
reproductores? Pues depende. Hay especies vegetales que son de consanguinidad
obligada, pues se reproducen por autofecundación. Es el caso de guisantes,
judías, garbanzos, lentejas, tojos, robinias y un largo etcétera. Especies
tanto cultivadas como silvestres, y en ellas la consanguinidad no parece representar
un peligro.
También en animales existen casos de
seres excelentes con un alto grado de consanguinidad, como son los animales
(perros, caballos, toros, etc.) de raza en cuyos árboles genealógicos aparecen
progenitores que son parientes (Aunque en este caso son consanguíneos
conseguidos de modo artificial). En humanos, una mujer altamente consanguínea
fue Cleopatra, y no ha pasado a la historia por poseer ningún tipo de tara
biológica, mas bien se habla de ella como una mujer inteligente y hermosa.
RAZA PURA |
¿Es mala la consanguinidad? No, no lo
es. Ocurre que puede ocasionar la aparición de taras genéticas poco frecuentes
en las poblaciones pero que,
en descendencias de cruzamientos consanguíneos,
pueden aparecen con mayor frecuencia, si acaso los progenitores son portadores de
estos caracteres.
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