Podríamos decir que los dioses quieren que estemos contentos con nuestra propia condición. No quieren que intentemos emularlos. Si lo intentamos, no lo perdonan.
En las religiones mediterráneas anteriores a las basadas en la Biblia, los siempre numerosos dioses aparecen como seres humanos que poseen los mismos rasgos conductuales que los hombres. Generosos, altruistas o valerosos, pero también envidiosos, vagos o ladrones sin faltar algún que otro petimetre.
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En las religiones mediterráneas anteriores a las basadas en la Biblia, los siempre numerosos dioses aparecen como seres humanos que poseen los mismos rasgos conductuales que los hombres. Generosos, altruistas o valerosos, pero también envidiosos, vagos o ladrones sin faltar algún que otro petimetre.
Tal vez, lo que se pretendía con
esta amplia gama de dioses era que los hombres encontrasen un cierto consuelo
al ver que seres iguales a ellos, con características similares, alcanzaban el
grado de la divinidad. En muchos casos, estas religiones pretendían el
consuelo de las personas, nunca aportar un sentimiento de culpabilidad, pues hiciesen lo que hiciesen los humanos, siempre existía un dios que se había
comportado de manera similar, por lo que no había razón para que en la mente transgresora
apareciese algún sentimiento de amargura.
En la
religión griega, estructurada también para hacer felices a sus seguidores, sólo
había una cosa prohibida a los humanos: que intentasen emular a los dioses
mediante una actitud semejante a un desafío. Esta actitud arrogante era
considerada falta muy grave, se conocía con el nombre de hibris y estaba castigada con la correspondiente sanción divina, la
llamada némesis, que imponía el dios
ofendido.
TESEO MATA AL MINOTAURO |
Una hibris famosa fue la cometida por
Ariadna, abandonada por Teseo en la isla de Naxos. Después de que Teseo hubo
matado al Minotauro, gracias a la complicidad e Ariadna, huyeron a la isla de
Naxos. Él tuvo que ir a Atenas, pero le juró volver a por ella. Era sincero al
prometerlo, pero nunca volvió. Muchos hombres aman de ese modo, pero Ariadna le esperó de por vida, pues muchas mujeres aman así. Mientras Ariadna esperaba el retorno del mozo,
la princesa cretense alcanzó una destreza tal en el modo de tejer, que retó a
Atenea por ver quién de las dos lo hacía mejor. Por supuesto ganó Atenea, pero
Ariadna fue castigada con la correspondiente némesis, siendo transformada en araña y teniendo que tejer
constantemente hasta el fin del mundo. En el grupo zoológico de los arácnidos existe un género de
nombre Ariadna, puesto en memoria de tan desdichada princesa.
ARIADNA ESPERA A TESEO |
Isabel
Pantoja tiene en su repertorio una copla, llamada “Marinero de luces”,
compuesta por J.L.Perales, que siempre me ha recordado a Ariadna esperando a
Teseo. (I.Pantoja, Marinero de luces)
Parece
que la manía de parecerse a los dioses siempre fue algo consustancial a los
humanos. Puede que por comparar las excelencias de la divinidad con la ruindad
humana. Cuando Eva es tentada en el Paraíso, el argumento esgrimido por el
demonio es clarísimo: "Seréis como dioses". Incluso en este tiempo,
cuando un joven envalentonado se encuentra a gusto, tal vez pretende ser
original diciendo que está "como dios", sin saber que su actitud
representa un eslabón más de una cadena de deseos presentes a lo largo de la
historia de la humanidad.
ARIADNA TEJE... |
Desde
épocas muy remotas, existieron razas puras de animales domésticos. Esto quiere decir razas con generaciones en las que non aparecían
miembros con caracteres indeseables, pues todos los presentes en las camadas, o
en las nidadas, compartían las mismas buenas características propias de la
raza. Hoy decimos de esas razas que son homocigóticas y que, por lo tanto,
tienen fijados esos caracteres como resultado de una selección hecha por el
hombre y llevada a cabo a lo largo de muchas generaciones, con sus éxitos y sus
fracasos.
EL MAÍZ HÍBRIDO CONSTITUYÓ EL PRIMER ÉXITO CIENTÍFICO DE LA GENETICA |
No era
muy sencillo mezclar razas, pues en las descendencias podían aparecer
caracteres buenos y no tan buenos, ya que en la antigüedad aquellos
cruzamientos eran hechos un tanto al azar. Pero gracias a tales prácticas, se consiguieron múltiples razas de perros, por citar algún caso. Cuando se comenzaron a aplicar criterios prácticos a los programas de cruzamientos, se persiguió generar nuevas razas puras, poseedoras de muchos caracteres beneficiosos presentes en las diversas razas que se habían seleccionado previamente y que intervenían en diferentes fases de los cruzamientos. Para conseguirlo, se
programaron cruzamientos con todo rigor .
No
faltaron quienes vieron en estos afanes de generar nuevas razas, un intento de reto a la
actividad creadora de los dioses. Como en la mitología, conforme a lo que he
dicho, este afán de emulación era conocido como hibris, el resultado de sus trabajos fue llamado “híbrido”. Y así hasta hoy.
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