sábado, 12 de julio de 2014

EN EL CAMINO DE SANTIAGO: O SANTO DOS CROQUES

SANTO DOS CROQUES
A nadie descubro nada si digo que tengo cariño al Camino y a todo cuanto significa. También a sus datos concretos y a aquellos otros que permanecen en el terreno de lo hipotético.
Voy a comentar uno de ellos. Sabemos que en el siglo XII se construyó el Pórtico de la Gloria. Con él, uno de los monumentos clave del estilo románico y de una manera de entender la vida y la religión en aquella época. Su autor, el Maestro Mateo. También sabemos que tras el parteluz, a ras de suelo, hay una escultura que representa a un hombre arrodillado mirando hacia el altar. Vestido con túnica y manto sujeto al hombro con un broche, presenta cabellera abundantemente rizada.
Popularmente recibe el nombre de “Santo dos croques”, pues en esta tierra llamamos “croques” a los golpes dados con la frente. Es tradición de los peregrinos golpear con la frente la cabeza de la imagen. Se hace con suavidad y, dice la tradición, para que la imagen traslade la sabiduría que poseyó en vida a quien le da el croque.
FERNANDO II
Quienes hablan de transmisión de sabiduría, suponen que esta imagen representa al Maestro Mateo. Pero hay más opiniones sobre quién es el personaje allí arrodillado desde el siglo XII. Hay quienes dicen que es un peregrino anónimo, sin pretensión de representar a alguien concreto.
Recientemente ha aparecido una nueva interpretación, basada en datos concretos, e intentando unir algunos otros tal vez inconexos, pero que esta hipótesis les confiere coherencia.
Según esta interpretación, el personaje allí representado sería el rey Fernando II de León.
Este rey Fernando, poseedor de una cabellera profusamente rizada, estuvo muy vinculado a Galicia, siendo descendiente de reyes gallegos y pasando su infancia en esta tierra. Reinó entre 1157 y 1188 y, durante su reinado, el papa Alejandro III concedió a Compostela la gracia del Año Jubilar mediante la bula Regis Aeternis. Era el año 1181.
En el último año de reinado de Fernando II, se terminó de construir el Pórtico. El rey se trasladó a Compostela a verlo, donde fue recibido, entre otros, por el Maestro Mateo, que le tenía guardada la sorpresa. Según esta hipótesis, al verse representado en el parteluz, premió a Mateo concediéndole una pensión vitalicia.
¿Qué hay de cierto en esto? No es más que una hipótesis, pero podría explicar el lujoso atavío del personaje al que llamamos “santo dos croques”, la melena rizada de la escultura y, también, el hecho de la pensión vitalicia concedida a Mateo.
DANIEL SONRÍE DESDE HACE
MAS DE OCHO SIGLOS
La hipótesis me gusta porque me gusta el Maestro Mateo. Maestro en su técnica, siempre fue un innovador. Pocos recuerdan su actividad como arquitecto, que podemos constatar al visitar la cripta que él mismo construyó como cimentación del Pórtico, y que en Compostela se conoce como “Catedral Vieja”. En ella se vislumbra el advenimiento de un nuevo estilo, el gótico. Mateo lo introduce allí, en las nervaduras de los arcos y en los arcos mismos.
Del Pórtico hay mucho que hablar, y tal vez me atreva a hacerlo alguna vez, y siempre poco a poco. Pero está asumido por todos que Mateo, al conferir vida a sus personajes, deja que el soplo del gótico los impregne. Por eso tenemos la hermosa, y contagiosa, sonrisa de Daniel y la ensoñadora mirada de Moisés. Aquellos personajes no están, viven.
TUMBA DEL REY FERNANDO II EN LA
CATEDRAL DE SANTIAGO
Por otra parte, si el Santo dos croques fuese el rey Fernando, Mateo habría introducido en el arte la costumbre de representar a los mecenas en las obras cuya construcción financiaban. Le veo muy capaz de hacerlo, (ya había introducido otras novedades en el arte), aunque no tengo datos para afirmarlo. Sólo es una opinión personal sin fundamento.
Hoy, el rey Fernando II está enterrado en su amada Catedral de Santiago, en la Capilla de las Reliquias.