OTOÑO GALLEGO |
Sabemos que los vegetales están
anclados al suelo. Allí donde cayó la semilla, es donde el individuo ha de
crecer y reproducirse, no tiene otra alternativa. En ese plan, si un animal no
está a gusto en un lugar, sólo tiene que cambiar de sitio mediante el
movimiento. Un vegetal no puede escapar, ha de hacer frente a su
ambiente con las posibilidades que le confiere su genotipo.
Una respuesta
biológica a este inconveniente, es la formación masiva de semillas. Si hay
muchas, siempre existirá la probabilidad de que alguna caiga en sitio
apropiado. ¿Qué entiendo por sitio? El ambiente, las
condiciones de humedad, luminosidad, temperatura y demás componentes
fisico-químicos en que se desenvuelve el individuo, más el resto de seres vivos
(de su misma especie y de otras), que viven en el mismo lugar que él. Con ellos
deberá competir para crecer y dar fruto.CORTADERIA, FRECUENTE EN LOS MÁRGENES DE LA AP9 Y DE LA A6 EN SU TRAMO GALLEGO |
Siempre existe la interacción genotipo-ambiente.
Pero ambos componentes pueden cambiar. El ambiente, con sus variaciones
estacionales a corto plazo y con grandes variaciones a largo plazo, nunca es
constante en nuestras latitudes. Por su parte, el genotipo posee una
plasticidad que permite que el individuo varíe, facilitando a su poseedor
adaptarse a diversos ambientes, si bien en cada uno puede tomar una morfología
diferente. A esta plasticidad del genotipo le llamamos norma de reacción.
DACTYLIS, SUS HOJAS ESTÁN IMPREGNADAS DE SÍLICE. FRECUENTE EN PRADOS GALLEGOS |
En biología nunca hay una estrategia general en
todos los seres vivos, cada grupo tienes las suyas. Quiero comentar una,
diversa, interesante, pues se refiere a las estructuras que tienen las plantas
para protegerse de los herbívoros. El tener buena superficie foliar le permite
a cada planta realizar su función clorofílica, mediante la cual obtiene energía
y los principios necesarios para, junto con los minerales absorbidos del suelo,
sintetizar sus propios recursos. Pero es preciso defender las hojas. Para
realizarlo de manera eficaz, se han desarrollado diversos medios, y voy a presentar
algunos. Pero antes quiero indicar que en vegetales no hay estructuras para
matar a nadie (hasta donde yo sé). Eso de matar es raro entre los seres vivos y
sólo se realiza por cuestiones de subsistencia. Únicamente el hombre mata por
matar.
En vegetales, uno de los mecanismos de defensa
consiste en que las hojas están recubiertas de agujas de silicio que llegan a
pincharse en la lengua de quienes las coman. (A nosotros pueden producirnos
cortes) El animal desencadena el reflejo condicionado y no vuelve a probar esas
hojas. La
presenta, por ejemplo, una planta de nombre Cortaderia, utilizada en jardinería y que en Galicia se ha
transformado en invasora desde que se utilizó como medianera en el tramo de
autopista entre Santiago y A Coruña, hace algo más de treinta años. Existen más
gramíneas que tienen la superficie con agujas de silicio, como Dactylis, frecuente en nuestros prados.
CISTOLITOS EN HIGUERAS |
La higuera presenta en el interior de sus hojas unos
cristales de carbonato cálcico agrupados en esferas, llamados cistolitos.
También lastiman al hervíboro que las come, haciendo que no reincida.
Los cactus se defienden con espinas, algunas de
ellas con cápsulas urticantes en sus extremos y capaces de generar grandes
reacciones alérgicas, de las cuales, (Ay¡) guardo recuerdo. Si hablamos de
espinas, sabemos que muchas rosáceas las presentan en el envés de las hojas.
Todos tenemos experiencia (supongo) de la acción de
las ortigas cuando hablo de generar alergia a quien las roza…
Hay más estructuras de este estilo. En todos ellos,
la selección favoreció aquellas que protegían a las hojas de las plantas
permitiéndoles, de este modo, realizar una función clorofílica más eficaz que
si tuviese menos hojas.
Conviene seguir hablando de esto.
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