Antes de nada, quiero definir qué entiendo por
unidad, de modo que cuando me refiera a ella se sepa de qué hablo. En biología,
entiendo como unidad de una función a la porción más pequeña que, por sí sola,
es capaz de realizarla. A veces resulta sencillo determinar qué entidad es la
unidad, en otros casos, la determinación no está exenta de controversia.
En los seres vivos son muy importantes sus pautas
metabólicas, cada una de ellas regidas por diferentes pasos o funciones. La
unidad de función está admitido que es el gen, cuya primera actuación dentro de
la célula en la que actúa consiste en determinar la presencia de una proteína
de la que lo consideramos responsable. Siempre, tras una cadena proteica está
la actuación de un gen, que está detrás de su síntesis y, por consiguiente, de
su presencia en la célula. Si el gen no funciona, por mutación u otras causas,
esa proteína estará ausente en la célula y esa ausencia puede causar trastornos
metabólicos, que en muchos seres vivos pueden llegar a ser letales y en humanos conocemos como enfermedades.
UNIDAD ESTRUCTURAL |
Si pensamos en la unidad estructural, hemos de
pensar qué queremos decir. Considero que es la porción más pequeña capaz de
realizar las funciones propias de los seres vivos (nacer, crecer, reproducirse
y morir) con total autonomía, dependiendo del medio para obtener de él los
nutrientes necesarios, pasa habitar en él y donde expulsar sus deposiciones. En
este caso, la unidad es la célula.
UNIDAD ESTRUCTURAL |
Todos sabemos que hay todo un mundo de seres
unicelulares, en los que no está clara la distinción entre animal y vegetal, y
que realizan todas las funciones propias de los seres vivos. Tal vez de modo
rudimentario, comparando su modo de actuación con el nuestro, pero tan
evolucionados como nosotros, pues ambos hemos sufrido las mismas actuaciones
adversas por parte de la selección natural, y todos las hemos superado.
Los seres pluricelulares representan otro grado más
complejo de organización, pues están estructurados por muchas células, con
reparto de trabajo entre ellas, adquisición de morfologías específicas e,
incluso, agrupamientos en órganos especiales. Todo esto se da en los seres
formados por muchas células, con órganos que realizan funciones concretas que
benefician a la totalidad del individuo. Sólo las hojas realizan la función
clorofílica, que beneficia al árbol en su totalidad. Sólo el corazón bombea
sangre, actuación de la que se aprovecha el resto del organismo.
UNIDAD REPRODUCTORA |
¿Y cuál es la unidad en este caso? Depende y vamos a
verlo. Estos individuos tienen una vida propia, y para desarrollarla no
precisan ayuda de ninguna clase. Nacer y crecer son actuaciones propias del
individuo que solo le benefician a él. La reproducción es otra cosa, pues es
una función propia de la especie, pero que la realiza el individuo. Si la
especie se mantiene en un lugar, es porque los individuos que habitan en él se
reproducen y tienen hijos fértiles.
En el caso de nacimiento y crecimiento, la unidad biológica está representada por el individuo. Pero cuando hablamos de la reproducción, el concepto de unidad es diferente. Si nos fijamos en animales con separación de sexos, la unidad es la pareja, como ocurre en vertebrados, la mayoría de insectos y muchos más. En plantas hermafroditas, la unidad es el individuo, a no ser que existan autoesterilidades.
En el caso de nacimiento y crecimiento, la unidad biológica está representada por el individuo. Pero cuando hablamos de la reproducción, el concepto de unidad es diferente. Si nos fijamos en animales con separación de sexos, la unidad es la pareja, como ocurre en vertebrados, la mayoría de insectos y muchos más. En plantas hermafroditas, la unidad es el individuo, a no ser que existan autoesterilidades.
Para un biólogo, el mundo de la reproducción de los
seres vivos, hablo de vegetales y animales, es un mundo apasionante pleno de
diversidad y peculiaridades. Casi cada grupo posee su estrategia peculiar, con
hermafroditismos o separaciones de sexos, sincronismos o no, morfologías
complementarias consecuencia de coevoluciones, etc. Todo un mundo que, a fin de cuentas, explica que un
manzano aislado produzca fruto y un cerezo en esas condiciones, sea incapaz de producirlo,
necesitando la presencia cercana de otro. Casos todos curiosos, diversos y que
nos hablan de las diferentes estrategias de las especies para conseguir
realizar con éxito una función vital para ellas, como es reproducirse y evitar su extinción.
UNIDAD REPRODUCTORA |
Con independencia a la modalidad que sea, lo que ocurre es la unión de dos núcleos procedentes de dos células. Una de
ellas es móvil y portadora de una dotación cromosómica, a la que llamamos
genoma. La otra célula, sedentaria, en su núcleo posee otro genoma y en su
citoplasma lleva todos los orgánulos celulares necesarios para que, una vez
fecundada, tenga vida autónoma. En una gran
diversidad de casos, al final la unidad puede ser o bien la pareja, o el
individuo, dependiendo de si los gametos han sido formados por dos individuos diferentes o por uno solo.
UNIDAD EVOLUTIVA |
Existe otra actividad biológica, que es la
evolución. Su unidad es la población. Ésta, la población, es la depositaria de
un amplio conjunto de genes y alelos presentes en los individuos que la
componen. La actuación de la selección natural se centra en la reproducción,
que es el punto de origen de una nueva generación. Es en esa fase cuando la
selección puede ir modificando la presencia relativa de los diferentes alelos,
que es lo que, a largo plazo, conocemos como evolución. A grandes rasgos, su
actuación consiste en favorecer a unos individuos para que tengan más
descendencia que otros. En esta actuación, los genes determinantes de los
caracteres favorecidos también salen beneficiados. Por eso, y porque esto
ocurre entre individuos diferentes, la unidad de evolución es la población, en
el sentido de que es la entidad biológica más pequeña que evoluciona.
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