Tal vez desde que la Humanidad se dedicó a sacar provecho de otros
seres naturales, procuró que éstos rindiesen más productos útiles para quienes los criasen.
Comenzó una labor de selección para incrementar su producción: más
leche, más huevos, más carne, más granos, más frutos,.más de todo aquello que
justificaba su utilidad para el hombre. Incluso, algunas de las especies
sometidas a selección, las agrícolas, modificaron el comportamiento humano, que
pasó a ser sedentario para así cuidar sus huertos.
Curiosamente, hablo de caracteres cuantitativos, aquellos
que se expresan mediante parámetros estadísticos y no como una cualidad que se
tiene o se carece de ella. Me explico, una raza de gallina tiene o no tiene la
cresta de una forma, o el plumaje de un color. Son caracteres que se refieren a
una cualidad y por eso se llaman cualitativos. Pero los caracteres que eran
interesantes para ser seleccionados se refieren a otros que se definen como
medias estadísticas en colectivos que se tratan en conjunto. Una media
de altura de “tanto” más menos “cuanto”. Esas magnitudes se refieren a individuos con un historial genético determinado. Por ejemplo, son
miembros de razas puras, todos ellos poseen el mismo genotipo, sin embargo,
presentan variabilidad fenotípica. Al tener el mismo genotipo, entre ellos no
hay variabilidad genética y los cambios que existan de unos a otros serán
debidos al ambiente, Por eso, en este caso se habla de variabilidad ambiental.
Cuando los criadores se enfrentan a trabajos de selección y
mejora en animales y plantas domésticos, han de procurarse razas alejadas
geográficamente, suponiendo en ellas historias evolutivas diferentes, y aplicar
posteriormente cruzamientos adecuados con el fin de lograr unas razas nuevas
que tengan caracteres deseados procedentes de las diversas razas progenitoras.
Este tipo de técnica recibió el nombre genérico de hibridación.
No obstante, en las descendencias aparecían unas fuertes
variabilidades y se suponía, con razón, que en la variación que se observaba
existían dos tipos, diferentes y superpuestas. Una de ellas, era la
variabilidad genética, debida a los genes que procuraban magnitudes mayores en
los individuos que iban naciendo. Pero, superpuesta a ésta, estaba la
variabilidad ambiental, nunca hereditaria, y que venía a ser como una sombra
que enturbiase los resultados obtenidos, al no poder asignar a una u otra causa
la variación que se observaba.
Resumiendo, en una descendencia concreta, variable en
caracteres cuantitativos, la variación podía ser debida a causas genéticas,
pero también a causas ambientales.
CAPACIDAD DE ENROLLAR LA LENGUA |
De un carácter cualitativo, por ej. grupo sanguíneo o capacidad
de enrollar la lengua en humanos, decimos que es heredable siempre que se
cumplen las condiciones genéticas. No están influidos por el ambiente y el
componente genético es fundamental.
Pero en caracteres cuantitativos, por lo dicho, no podemos
predecir cómo será una descendencia, pues desconocemos el modo en que influirá
el ambiente en ella. Por eso se habla de “heredabilidad”, la capacidad de
mostrar un carácter hereditario que está influido por el ambiente. Dentro de la
variabilidad que presente una población, la heredabilidad nos manifiesta el
porcentaje de ella que es debida a la herencia.
Hoy existen cálculos complicados, pero no difíciles de
hacer, que partiendo de diversas mediciones poblacionales en cepas paternales y
descendientes, son capaces de indicarnos la heredabilidad de algunos caracteres
interesantes para ganaderos y horticultores.
Por ejemplo, en maíz, la altura de las plantas tiene una
alta heredabilidad (70,1%), mientras que el diámetro de la mazorca la tiene
baja (14,1%), Repito que en ambos casos, esas cantidades representan la
incidencia genética en esas variables.
Caracteres como producción de huevos, leche, número de
semilla y otras están definidos por su heredabilidad.
En algunos casos la demanda temporal influye intensamente en
los criterios de selección. Por ejemplo, el día 30 de diciembre, en España ha
de haber millones de uvas de determinada calidad en los hogares españoles.
También por razones comprensibles, sobre el 25 de octubre, habrá millones de
crisantemos en posesión de españoles.
En el caso de los crisantemos se sabe que el fotoperíodo influye fuertemente en la floración. Se crían en invernaderos sólo iluminados
por luces con período controlado y basta con ir imitando el fotoperíodo
adecuado para hacer que florezcan en el momento idóneo para el vendedor.
CRISANTEMOS CRIADOS CON DIFERENTES FOTOPERÍODOS |
En la foto que acompaño, se presentan cuatro plantas del
mismo genotipo, pues proceden por esqueje una misma planta inicial. Son, por tanto miembros del mismo clon. La planta
de la izquierda se ha criado con luz natural. La segunda, ha crecido con un
aumento de media hora de luz con luz artificial de 100W. La tercera ha tenido
un incremento de una hora, y la cuarta, de hora y media. Vemos la influencia
del ambiente sobre cuatro plantas que tienen el mismo genotipo. Las modificaciones de los fotoperíodos, hacen "creer" a las plantas que aún no les ha llegado la época de florecer.
No todos los casos son así sencillos de conocer. El estudio
de la heredabilidad de caracteres variables es uno de los retos de los genetistas
dedicados al estudio de caracteres cuantitativos.
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