UNA NUEVA GENERACIÓN |
Vayamos, de nuevo, al diccionario de la Real
Academia de la Lengua. Nos dice que, aplicado a seres vivos, reproducirse es
“engendrar y producir otros seres de sus mismos caracteres biológicos”. En
general, conocemos como progenitores a quienes se reproducen, e hijos a sus
descendientes. Y no tenemos duda en que progenitores y descendientes forman dos
generaciones sucesivas, diferentes, y que solo se solapan en razón del
parentesco que las une.
Puesto que hay parentesco entre reproductores y
descendientes, también es correcto hablar de padres, al referirnos a los
reproductores que ya tienen descendientes, a quienes conocemos como hijos
suyos.
Padres, hijos, progenitores, descendientes,
reproductores, nombres diferentes para designar a los mismos sujetos de un
proceso biológico importante, muy importante. Tan fundamental, que un dato
clave que tenemos en cuenta para indicar que un individuo está adaptado a un
determinado ambiente, es que en ese ambiente, el individuo en cuestión es capaz
de tener hijos fértiles.
Es curioso que al hablar de adaptación,
impliquemos tres generaciones:
aquel de quien decimos que está adaptado, su
hijo y su nieto, pues el hijo también ha de ser fértil. ¿Por qué se hace así?
Yo lo veo muy claro, y voy a intentar explicarlo aquí y ahora.
FASES DE LA GERMINACIÓN DE UNA SEMILLA |
Los seres vivos nacen y crecen, eso por
supuesto, pero son los mismos individuos que protagonizan esa actividad quienes
se benefician de ella. No ocurre eso con la reproducción, pues a un individuo
le resulta indiferente reproducirse o no hacerlo. ¿Quién se beneficia de ella? Sin
duda alguna, la población de la que forma parte y, en último extremo, la
especie a que pertenece. La permanencia de poblaciones en determinados
territorios, configurando el área de distribución de la especie a que
pertenecen, determina la necesidad inexcusable de que se reproduzcan los
miembros que la componen. Es el único mecanismo para que una generación genere
la siguiente y, de este modo, se estará produciendo la continuidad de la
presencia de unos individuos en lugares determinados. En mi opinión, ese es el
valor biológico de la reproducción, y quiero señalar que no indico ningún tipo
concreto en que ésta pueda realizarse. Si hay diversos modos que tienen los
seres vivos para reproducirse, (sexual, asexual, alternante, etc.) y hay
especies vivas que los utilizan, esto será porque esos métodos son útiles para
ellas.
ALEVINES |
Para las especies y las poblaciones, lo
importante es no extinguirse y, mientras la reproducción se realice de modo
adecuado, la extinción como peligro biológico está conjurada.
La historia de la vida es apasionante. Nadie
discute que se originó una sola vez y que, desde entonces, no ha ido más que
diversificándose, generando nuevas especies, y ampliando su área de
distribución. Es posible encontrar muchos datos acerca de este proceso cuando
se estudian los estratos geológicos, y cada vez sabemos más sobre este tema.
PUESTA DE INSECTO |
Si hoy encontramos seres vivos en cualquier
hábitat, o si hay seres vivos con cualquier estructura y modo de vida, es
debido a que, desde que la vida se originó, los seres que la poseían fueron
reproduciéndose, ganando en complejidad y colonizando nuevas áreas en las que
poder vivir, ampliando sus áreas de distribución. La reproducción siempre fue
el eslabón que unió las diferentes generaciones en esta cadena de seres vivos.
El único eslabón, de ahí su importancia
biológica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario