EL CONCEPTO DE CROMOMA AUN HA DE TENER MUCHAS MODIFICACIONES |
Para el hombre de la calle no
hay discusión en el planteamiento acerca de la prelación entre descubrimiento y
concepto. El descubridor es considerado como un héroe, pero bien se puede
prescindir del concepto. En realidad no es así, pues el fondo patrimonial de
una ciencia está constituido por sus conceptos, a veces formulados a modo de
leyes. Los descubrimientos ayudan a reformular conceptos previamente
establecidos, a admitir nuevos y a rechazar otros. Cuando no hay base
conceptual ninguna para acoger un descubrimiento, decimos del descubridor que
se adelantó a su tiempo.
Por lo que respecta a la
biología, su riqueza científica está mantenida en sus conceptos, siempre
sujetos a ser revisados a la luz de nuevos descubrimientos: Es ahí donde radica
la importancia de los nuevos aportes de conocimientos, llegados gracias al
tesón de descubridores. Los conceptos de diversos objetos de estudio se han ido
modificando a lo largo del tiempo conforme los descubrimientos iban perfilando
propiedades suyas. En este sentido, es posible, como hizo Mayr en 1982[1],
escribir una historia de la
Biología escribiendo una historia de sus conceptos
fundamentales.
EL DESCUBRIMIENTO DE LA ELECTROFORESIS MODIFICÓ Y AFIANZÓ MUCHOS CONCEPTOS BIOLÓGICOS |
Por
desgracia, hoy muchos científicos no son muy conscientes de los cuadros
conceptuales en que desarrollan sus investigaciones. Raramente exponen, si
acaso lo tienen claro para sí mismos, qué conceptos aceptan en su totalidad y
cuáles rechazan por principio. También son muchos los que dan gran importancia
a sus propios logros relativos a nuevos conocimientos y, en especial, a todo
cuanto resulta espectacular. Pero omiten casi siempre decirnos cómo esos mismos
logros afectan a los conceptos en que se basan sus estudios. Incluso pueden
ignorarlos o considerarlos secundarios, si acaso los llegan a conocer.
No
obstante, querer presentar a la ciencia como una simple acumulación de hechos
nuevos es completamente erróneo. En las ciencias biológicas –y eso puede ser
más cierto para la biología evolutiva que para la funcional-, la mayoría de los
grandes progresos se han producido por la introducción de nuevos conceptos o la
mejora de los preexistentes. Se progresa en la comprensión del mundo mucho más
por la mejora conceptual que por el descubrimiento de hechos nuevos, si bien
ambos procesos no se excluyen mutuamente.
A MORGAN DEBEMOS EL PRIMER CONCEPTO DE GENOTIPO |
Voy
a explicar esto con algún ejemplo. Mucho antes que lo estudiara Mendel, los
criadores de ganado habían encontrado las proporciones, que hoy conocemos como
“mendelianas”, en tipos de descendencia de cruzamientos entre híbridos. El
mismo Darwin había encontrado numerosos datos similares en sus trabajos de
cruzamientos entre plantas. No obstante, todo eso carecía de sentido hasta que
Mendel introdujo los conceptos adecuados y Weismann adoptó conceptos
adicionales que hicieron aún más comprensible el concepto mendeliano de
segregación en gametos. Del mismo modo, los diferentes descubrimientos que se
fueron realizando a lo largo del siglo XX, sirvieron para ir modificando y
mejorando el concepto que tenemos del cromosoma, haciendo que cada vez poseamos
una comprensión más clara acerca de la estructura y de la función de este
cuerpo celular. Pronto publicaré aquí mismo cómo ha ido cambiando el concepto
que tenemos de genotipo, basado en los paulatinos descubrimientos que se han
ido realizando acerca de su funcionamiento.
EL CONCEPTO DE SEGREGACIÓN HA SIDO FUNDAMENTAL EN LOS ESTUDIOS GENÉTICOS |
Para
cada progreso de la biología evolutiva o sistemática, se puede demostrar que éste
no fue tanto un resultado de descubrimientos como de introducción de mejoras en
los conceptos preexistentes, o de aparición de conceptos nuevos. Los
historiadores de las ciencias saben eso desde hace tiempo, pero este dato es
muy poco comprendido por los no científicos.
Lógicamente,
los descubrimientos representan una parte importante del progreso científico y
el aparente retraso que sufren ciertos sectores de la biología contemporánea
(como el conocimiento acerca del origen de la vida o de la organización del
sistema nervioso central), es debido, principalmente, a las lagunas que existen
en nuestro conocimiento de ciertos hechos fundamentales. No obstante, en la
marcha del progreso científico, la aparición de nuevos conceptos, o la
trasformación mas o menos radical de conceptos antiguos, juega un papel tan
importante, y a veces mas grande, que los mismos descubrimientos. En biología
evolutiva, conceptos como evolución, descendencia de antepasados comunes,
especiación geográfica, mecanismos de aislamiento o selección natural, han
conducido a una reordenación drástica de un sector anteriormente confuso de la
biología, a la formulación de una nueva teoría y a numerosas nuevas
investigaciones.
Quienes
afirman que el progreso de las ciencias consiste principalmente en el progreso
de sus conceptos científicos, no van nada descaminados.
[1] No existe versión
castellana de esta obra. La hay en gallego: “Historia do pensamento biolóxico”.
USC, 1998, Santiago de Compostela.
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