Tanto este blog, Los ojos del husky (http://ojos-de-husky.blogspot.com.es/) como su autora, Milano Negro, me evocan el campo. Un campo buscado, querido, respetado, conservado. Hace tiempo que tenemos una buena relación, cordial, desde las primeras palabras que nos cruzamos por causa de una alergia de Inuki. El malestar se fue, pero la amistad se hizo más y más intensa. Le agradezco este soplo de aire soriano que ha regalado al Paseante silencioso con motivo de su cumpleaños.
Peleando con Inuki
Suelo
pasear a Inuki, mi husky, por un camino donde crece un gran roble. Cada otoño
veo como la mitad de las bellotas acaban aplastadas por los coches; así que se
me ocurrió recoger unas cuantas para sembrarlas en algún sitio desarbolado.
Entonces consulté a un experto cómo y cuándo debía hacerlo y, viéndome tan
entusiasmada, decidió enviarme otras semillas. (Bonito detalle que, por
inesperado y espontáneo, fue como un regalo) De forma que, ahora, dispongo de
más variedades para reforestar. Estupendo.
—Inuki,
fíjate qué mañana tan soleada. ¿Te apetece que vayamos a plantar árboles? —se
acerca con un trotecillo alegre—. ¿Mueves la cola? Eso es un sí, pues andando.
Para
la repoblación he escogido una pequeña colina orientada al Sur donde no falta
el agua. Con una azadilla excavo un agujero, deposito tres bellotas y luego las
entierro. Inuki me observa y, de repente, él también se pone a excavar con
furia
—
¡Quieto, perro loco! —exclamo entre risas porque me
ha cogido por sorpresa y me ha llenado de tierra—. ¡Qué bien se te da cavar
hoyos, Perry! Vas más rápido que
yo. ¿Me haces unos cuantos, por favor?
Sembrando
Inuki
se va y sigo con mi tarea, sembrando cada diez metros más o menos hasta que se
acaban las semillas. Pasa un vecino y me saluda.
—Buenos
días. ¿Dónde vas con una azada? ¿A buscar setas?
— ¡No,
hombre, qué va! Voy a esconder un tesoro.
—
¿Tienes un huerto por aquí? ¿Qué haces?—Insiste.
—No,
es un secreto. Voy a hacer un trabajito… a enterrar un cadáver —susurro y le
guiño un ojo en señal de complicidad.
Me he
despistado un minuto hablando con el señor
y, mientras, Inuki ha descubierto una liebre y ha echado a correr loma
arriba.
—
¡No, Inuki, las liebres son amigas, déjala en paz!
—grito siguiéndolo a la carrera—. ¡Vuelve! ¡No te portes lobo! —Se detiene, me
mira y regresa—. Buen perro.
Inuki
vuelve
- Inuki,
solo es legítimo matar para defenderse o comer, y como tú tienes comida, no
está bien que caces. Quitar la vida a otro ser es algo triste, he tenido que
decidir quitarle la vida a dos animales y, aunque fuera para evitarles una
agonía lenta, resultó muy desagradable. En cambio, me siento orgullosa de haber
rescatado cigüeñas, lagartos, vencejos, mininos…
De
joven vi un grupo de gatos acorralando un halcón contra una pared, sin pensarlo
dos veces, ahuyenté a los gatos, cogí al pájaro y me lo llevé a casa. Durante
meses lo estuve cuidando hasta que volvió a recuperar las plumas que le habían
cortado y, cuando ya fue capaz de volar, lo solté en la sierra.
Verlo
levantar el vuelo, brindarle la libertad, devolverle la vida fue una
experiencia incomparable. Siempre es mejor dar la vida que quitarla, ¿sabes,
Inuki? No entiendo las aficiones como la caza o los toros; yo nunca mataría por
diversión, siempre preferiré contribuir a la vida en lugar de provocar la
muerte.
Regreso
a casa tranquilamente, estoy cansada, las mejillas coloradas por el sol y el
aire, pero no me importa porque me encanta salvar animales o convertir una
colina desnuda en una arboleda que se llenará de pájaros y de otra fauna.
Bajo
el arco iris
Soria
verde
— ¿Te
has divertido, Inuki? Yo sí, estoy la mar de satisfecha, me siento… —busco una
palabra adecuada—, ¡me siento como una diosa! Sí, como una diosa de la
Naturaleza que regala la vida, que crea bosques y bellos paisajes.
El
husky me mira atento abatiendo una oreja en señal de duda.
— ¿No
te parezco una diosa? Pues hay una diosa en mí, que lo sepas. No me desafíes
que te convierto en margarita, ¿eh?
Inuki
ladra y salta huyendo que mí que lo persigo muerta de la risa preguntándole si
prefiere ser una orquídea.
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